1. Riqueza natural sin igual
Las costas y playas en Asturias ofrecen una riqueza natural sin igual. Desde sus impresionantes acantilados hasta su arena dorada, cada rincón de este paraíso costero es un espectáculo para los sentidos. Asturias cuenta con más de 200 playas, muchas de ellas vírgenes y completamente salvajes, lo que garantiza una experiencia única y auténtica.
Una de las maravillas de la costa asturiana son sus imponentes acantilados. Estas formaciones rocosas se elevan majestuosas sobre el mar, creando panorámicas de ensueño. El Cabo Peñas es uno de los acantilados más famosos de la región, ofreciendo vistas impresionantes y la oportunidad de observar la migración de aves marinas.
2. Playas para todos los gustos
En Asturias, hay una playa para cada gusto y preferencia. Desde las amplias y familiares playas de arena fina como la Playa de San Lorenzo en Gijón, hasta las pequeñas calas escondidas entre acantilados, como la Playa de Gulpiyuri, Asturias tiene una gran variedad de opciones para disfrutar del sol y el mar.
Si eres amante del surf, no puedes dejar de visitar la Playa de Rodiles, considerada una de las mejores playas para este deporte en toda España. Sus olas potentes y consistentes la convierten en el lugar ideal para los amantes de la adrenalina y las tablas.
3. Gastronomía deliciosa
No puedes visitar Asturias y no probar su deliciosa gastronomía. La costa asturiana es famosa por sus pescados y mariscos frescos, que son la base de platos como la fabada asturiana y el cachopo. Encontrarás numerosos restaurantes a lo largo de la costa que ofrecen auténticos manjares del mar, preparados con ingredientes de primera calidad.
Además, Asturias es conocida por su sidra, una bebida refrescante y natural que se elabora de manera tradicional. No te pierdas la oportunidad de degustar una sidra recién escanciada en uno de los chigres asturianos, acompañada de una deliciosa empanada de bonito o un plato de mariscos frescos.